El pasado viernes tenía lugar en la Ermita de san Pedro de Alcántara de La Ampuyenta la presentación de los trabajos de restauración que han sido llevados a cabo, en el marco de la colaboración entre la Obra Social de Caixa Catalunya y el Cabildo Insular de Fuerteventura, en dos de los elementos más representativos del rico conjunto patrimonial y artístico de la ermita: el púlpito y el Cuadro de Ánimas.
Alrededor de medio centenar de vecinos acudió a escuchar la explicación sobre las labores de restauración llevada a cabo por la responsable de los trabajos, Chus Morante, que intervino después de que lo hicieran el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, el director de Zona en Canarias, Víctor Bassa, el alcalde de Puerto de del Rosario, Marcial Morales, la consejera insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Genara Ruiz, y el director de la oficina de Caixa Catalunya, Francisco Javier Hernández Umpiérrez.
Mario Cabrera alabó el resultado de unos trabajos que “han tenido unos resultados espectaculares”, por lo que felicitó a Morante, y se refirió a la importancia de abrir el patrimonio histórico de la red de iglesias y ermitas de la Isla al millón y medio de turistas que nos visitan cada año. Queremos devolver la vida a dos de los elementos que componen uno de los legados patrimoniales más espectaculares de Fuerteventura, como es el conjunto artístico asociado a la ermita de Ampuyenta, la Capilla Sixtina majorera, como se conoce cariñosamente a una ermita que es un auténtico lujo visitar, por su belleza y armonía”.
Por su parte, Víctor Bassa, declaró estar orgullos de poder colaborar desde la Obra Social de Caixa Catalunya con iniciativas de este tipo, pues “la finalidad que perseguimos de esta caja es que los beneficios reviertan de nuevo en la sociedad”. Bassa declaró que “para Caixa Catalunya es un honor y un objetivo la colaboración de su Obra Social, como una de las vertientes de la entidad en tanto que Caja de Ahorros, en este proyecto”. Además, añadió que “Caixa Catalunya agradece muchísimo que el Cabildo contase con nosotros para colaborar en este proyecto, ya que se trata de una aportación que revertirá positivamente en la isla, ya que contribuye a mejorar su patrimonio cultural”.
Marcial Morales dijo que el Ayuntamiento ha escuchado las peticiones del Cabildo, en lo respectivo a la reestructuración urbana del entorno de la Ermita de La Ampuyenta, y explicó que “ya existe un proyecto para eliminar el muro que separa la ermita del Hospitalito, y crear un nuevo entorno abierto y accesible mediante la creación de una nueva plaza”, por lo que añadió que “se mantendrán los contactos oportunos con las autoridades eclesiásticas para hacer posible este proyecto”.
“Con esta actuación damos un paso más en un programa de restauraciones de bienes eclesiásticos pertenecientes a ermitas e iglesias de toda la Isla, que el Cabildo viene desarrollando durante los últimos años. Para ello se han invertido importantes partidas de fondos propios del Cabildo, se ha obtenido financiación de organismos como la Unión Europea o el Gobierno de Canarias y, en definitiva, se han buscado todos los medios necesarios para devolver el esplendor al conjunto de patrimonio artístico de carácter religioso que ha llegado hasta nuestros días”, agregó Genara Ruiz.
Al comenzar la explicación de los trabajos de restauración, Chus Morante explicó a los asistentes los pormenores de una labor que se ha centrado en recuperar el Púlpito y el Cuadro de Ánimas de la ermita de San Pedro de Alcántara, dos elementos que se encontraban muy deteriorados debido al paso del tiempo y a los ineficientes o inexistentes trabajos de conservación llevados a cabo anteriormente sobre estos bienes, desde que fueran creados en diferentes momentos del siglo XVIII.
Ambas obras forman parte del riquísimo conjunto artístico de la Ermita de La Ampuyenta, templo fundado en 1681 y declarado BIC por el Gobierno de Canarias en 1991 en la categoría de Monumento. Este importante legado incluye hasta 16 pinturas distintas, en su mayoría alegóricas a la figura de San Pedro, además de un retablo mayor, varias esculturas, las andas del santo, etc.
Cabe desatacar la importante representación iconográfica de San Pedro en el interior de la ermita, cuya imagen aparece representada en hasta nueve pinturas. La devoción hacia San Pedro de Alcántara alcanza su apogeo con su canonización en 1669, de modo que el culto hacia él llega también hasta Fuerteventura, donde entonces existía un único convento franciscano en la Villa de Betancuria, orden en cuya reforma tuvo que ver el impulso del propio San Pedro.
Cuadro de Ánimas
Este cuadro de ánimas, cuyo autor es todavía desconocido, es uno de los 12 que aún se conservan en las distintas iglesias y ermitas de la Isla, al igual que el resto, representando la temática de este tipo de pinturas alegóricas al Juicio Final. Se sabe que el cuadro fue realizado en el siglo XVIII, y que tiene la particularidad de incluir a San Pedro de Alcántara, patrón de una ermita que cuenta con numerosas pinturas representativas de este santo canonizado en 1669.
A principios de los años ochenta el cuadro se encontraba sin bastidor y con el lienzo doblado sobre la sacristía, de donde se rescató para realizar unos primeros tratamientos de conservación. El óleo se encontraba en mal estado debido a factores adversos como el tiempo, o las malas conservaciones y manipulaciones, que habían provocado la pérdida del color y, en gran medida, el deterioro general de una obra que destaca por una notable calidad, riqueza de detalles y tratamiento del colorido.
Los trabajos de recuperación han incluido un estudio de su estado, la limpieza del anverso y el reverso del cuadro, el tensado del lienzo, la colocación de injertos de tela en las zonas más erosionadas, la reintegración de la capa de preparación con un estuco muy similar al original, la reintegración de la capa pictórica (técnica de acuarela con retoques finales con pigmentos aglutinados con barniz) y, por último, la aplicación de una capa de barniz mediante pulverización.
Púlpito
Este púlpito es uno de los 17 que se conservan en las distintas ermitas e iglesias de la Isla, y sin duda uno de los que presentan una mayor calidad de ejecución. Realizado en madera policromada y dorada, consta de una tribuna hexagonal con pasamanos, y está cerrado con un cancel de cuatro lados, con tres casetones cada uno.
Cada casetón representa a uno de los doce apóstoles, a los que acompaña una cartela que ondea sobre la cabeza de cada discípulo de Cristo con su nombre y una inscripción del credo. Este púlpito fue realizado en el siglo XVIII y, pasar de sus líneas sencillas y rectas, puede ser adscrito a un rococó chinesco. Destaca en esta obra la gran calidad de colores, bruñidos, y técnicas, resaltando la minuciosa ornamentación floral y de pájaros en los listones.
En la escalera aparece un cambio con respecto a esta línea, pues utiliza una técnica al temple, con coloridos menos brillantes, sin dorado, y una decoración limitada al marmoleado a base de líneas rojas sobre y azules sobre fondo claro, lo cual apunta a que la decoración del cancel y la escalera fue realizada por distintos autores.
El envejecimiento de la madera y la pérdida de adhesión de los estratos necesitaba de una urgente intervención, pues su estado se había visto agravado por el ataque de xilófagos, pérdidas volumétricas e introducción de elementos ajenos a la obra.
Los trabajos de recuperación de esta obra se centraron en acciones como la consolidación de la policromía y los dorados, el tratamiento contra xilófagos o insectos destructores de mamadera, la consolidación de los elementos desprendidos o fuera de lugar, la limpieza superficial de la suciedad adherida en el interior y el exterior del cancel y la escalera, la limpieza de los elementos metálicos originales, la reintegración de la capa de preparación con un estuco de similar composición al original, la reintegración de la policromía y los dorados y el barnizado final para asegurar su protección.
El Cabildo impulsa actualmente varias acciones de restauración que se desarrollan bajo la coordinación de Chus Morante, que cuenta a su vez con un equipo de restauradores venidos de la Península para trabajar en la recuperación del púlpito y la silla que sostiene la imagen de Santa Ana en la Iglesia de Casillas del Ángel; el púlpito, las pinturas murales y las puertas de la sacristía de la Ermita del Valle de Santa Inés; un conjunto de cinco cuadros pertenecientes al retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria de La Oliva, y el cuadro de Santa Francisca Romana de la Iglesia de Tetir.