viernes, 24 de abril de 2009

XX Feria del Libro de Fuerteventura


El periodista majorero Tero Brito dio ayer por inaugurada la XX Feria del Libro de Fuerteventura como responsable de la lectura de un pregón que estuvo centrado en la historia del periodismo en Fuerteventura a través de Juan José Felipe Lima, “la voz de Fuerteventura”, cuya figura abandera la vigésima edición de la feria que organiza la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo.
El acto, celebrado en el salón de actos del Centro Bibliotecario Insular –que ayer a registró un nuevo lleno-, contó con la presencia del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, el alcalde de Puerto del Rosario, Marcial Morales, el director insular de Educación, Nicolás Gutiérrez, la consejera de Cultura del Cabildo, Genara Ruiz, el pregonero Tero Brito y Juan José Felipe hijo.
“Discurría una plomiza mañana de un 8 de enero de 1969 cuando Juan José Felipe Lima, pertrechado delante de su desvencijada máquina Hispano-Olivetti, había comenzado a hilvanar una más de las centenares de crónicas que nos dejó como recuerdo. En el folio quedó reflejado sólo el título: <>. El corazón comenzó a fallarle en ese preciso instante y poco después fallecía en el viejo hospital de Puerto del Rosario”.
El comienzo del discurso de Brito sobre Felipe Lima, en el que resalta la bondad de su pluma, enlaza la muerte de uno con el comienzo del interés por la prensa de otro (“a los 15 años, cuando falleció Juan José Felipe Lima, poco nos preocupaba la prensa diaria. Lo que nos interesaba era la lectura de la prensa deportiva”), por lo que, confiesa, “lo poco que sabía de Juan José Felipe Lima en su faceta de cronista provenía de lo que he escuchado a quienes fueron contemporáneos suyos, especialmente Gerardo Jorge Machín y Jesús Cabrera Vera”.
Sin embargo, apoyándose en los estudios del historiador Francisco Javier Cerdeña, que presenta este mismo trabajo plasmado en una publicación en la presente Feria del Feria del Libro, y en sus propias indagaciones, el pregonero de esta XX Feria del Libro reconstruye certeramente el papel jugado por Felipe Lima en el devenir de Fuerteventura durante su trayectoria vital (1923-1969). Según relata en este pregón, “ya enfrascado en esto del periodismo”, Brito dice que “oí referir que Juan José Felipe Lima hilvanaba una noticia sin lápiz ni papel. Sólo necesitaba un teléfono, una emisora de radio al otro lado del hilo, o alguien que copiara lo que redactaba sobre la marcha”.
“En más de una ocasión, me cuentan, dejaba a los amigos conversando, hacía un aparte con el teléfono, daba la noticia..., y vuelta a la charla con esos amigos. Esto es posible hacerlo únicamente cuando se tiene un dominio absoluto del tema sobre el que versa la noticia y un conocimiento profundo de la realidad insular. Por lo que sé, por lo que me han contado y he leído, Juan José Felipe Lima dominaba a la perfección todos los temas de Fuerteventura factibles de convertirse en noticia”. Como apunta en su alocución, pregonero y pregonado comparten esa misma cualidad de campeadores de las letras, autodidactas, capaces de reflejar el momento que les tocó vivir a través de la experiencia y un profundo conocimiento de su información y su entorno.
Brito cita a Gerardo Jorge, que nombró a Felipe Lima “voz de Fuerteventura” en el momento de su muerte. Además de su faceta laboral en diferentes puestos de las administraciones locales (ejerció de secretario en los ayuntamientos de Tuineje y del otrora Puerto de Cabras, Puerto del Rosario a partir de 1956, interventor en el sur, administrativo en Puerto del Rosario, e incluso en alguna ocasión secretario en el Cabildo), “donde destacó Juan José Felipe Lima fue en el campo del periodismo. Casi puede decirse que se dedicó de lleno a esta profesión, mal pagada en la época, muchas veces incluso sin percibir a cambio ningún tipio de remuneración, para contribuir con su granito de arena a sacar a Fuerteventura y sus gentes del ostracismo y la miseria”.
El actual colaborador del Canarias7 recuerda como “Juan José Felipe Lima vivió la Fuerteventura profunda, aquélla de ‘años buenos’ y ‘años ruines’, más de los segundos que de los primeros. A las cortas etapas de abundancia de lluvias, y por consiguiente del almacenamiento de grano y fruta pasada, le sucedían largos periodos de pertinaz sequía, de escasez. La miseria, salvo excepciones, siempre estuvo presente en la Isla que otrora fue llamada el ‘Granero de Canarias’. La historia de Fuerteventura hasta bien entrada la década de los 60 del siglo XX es una historia de miserias, jalonada de hambrunas y de muertes por inanición; de emigraciones, muchas de las veces en riadas humanas, hacia América y hacia las otras islas del Archipiélago”.
Asimismo, el pregón de Brito reflejó las peculiaridades de la labor periodística y las dificultades técnicas que se fueron solventando con la llegada de las innovaciones tecnológicas:  
“Los instrumentos de entonces eran una memoria despierta, mano rápida para tomar notas, una máquina de escribir y poco más. El mayor adelanto era el teléfono, eso sí, cuando no había cruce de líneas o interferencias. (¿Contar anécdota?). Teníamos todo, o casi todo, a trasmano. Para publicar fotos era precioso gastar un carrete entero y acudir luego al aeropuerto para enviarlo a Gran Canaria con algún conocido..., y hasta con los pilotos del avión más de una vez. Lo mismo con las cintas de las noticias para TVEC. Más tarde la cosa mejoró algo. Quien transportaba el material gráfico se desplazaba desde el Aeropuerto de Gando a Las Palmas de Gran Canaria en el taxi que pagaba el medio informativo que ocupaba a esa persona que hacía de ‘correo’ entre Fuerteventura y Gran Canaria. Otra norma era el cobro revertido en las llamadas a las redacciones de periódicos, radios y TV para transmitir las noticias. Todo un lío. (…)”
“El tamaño de algunas grabadoras era como la mitad de una maleta de viaje. Así y todo, a pesar de tantas dificultades, Juan José Felipe Lima deja su impronta periodística en Antena (un semanario de Lanzarote), la Falange (que después sería el Eco de Canarias, cuya corresponsalía llevé desde finales de 1972), Agencia Cifra, Radio Atlántico, Radio Nacional de España, Radio Sáhara, El Día, Certamen (una revista de Administración Local), ABC, La Vanguardia, Pueblo, Canarias en Venezuela, Costa Canaria, y ya por último La Provincia, de la que era corresponsal cuando se produjo su fallecimiento.”
“Prensa, radio y televisión fueron los medios de los que se valió para recordarle a las Canarias, a veces también a la España peninsular, que en este Archipiélago había una isla llamada Fuerteventura con tantas o más necesidades que las seis restantes.
El acontecimiento más importante en la historia de Fuerteventura
El pregonero de esta XX Feria del Libro de Fuerteventura explica como Juan José Felipe Lima relataba la que, para él, fue entonces la noticia más importante en la historia de Fuerteventura (El Eco de Canarias, 21.02.1967):
“Andando el tiempo, el Eco de Canarias refleja el 13.01.1968 otro artículo bajo el título <>. Escribe Juan José Felipe que <>. Daban la reseña del Consejo de Ministros que se estaba celebrando y entró como una tromba la noticia: OBRAS PÚBLICAS: <>”.
Desde la óptica de Juan José Felipe Lima el acuerdo ministerial era <<... el acontecimiento más importante que haya vivido nunca Fuerteventura>>. La labor periodística de Juan José Felipe Lima no se desarrolló con los adelantos que hoy nos brindan las nuevas tecnologías. Ni mucho menos. No había ordenador ni fax. Nada de teléfonos móviles, ni siquiera de los inalámbricos. Nada tampoco de máquinas de escribir eléctricas, ni fotocopiadoras. Los instrumentos de entonces eran una memoria despierta, mano rápida para tomar notas, una máquina de escribir y poco más. El mayor adelanto era el teléfono, eso sí, cuando no había cruce de líneas o interferencias.
El pregón de Brito finalizó con un llamamiento a la lectura: “El Mensaje no puede ser otro: lean mucho, porque el que lee mucho y escribe mucho, aprende mucho. No estoy parafraseando a Miguel de Cervantes, aunque hay un párrafo bastante aproximado que leí en El Quijote, la obra más universal de la literatura española. Decía el Manco de Lepanto que <>. Ésta es mi humilde aportación a la vigésima edición de la Feria del Libro y mi pequeño homenaje a Juan José Felipe Lima.”